Cuando la fiesta nacional
yo me quedo en la cama igual,
que la música militar
nunca me supo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
que el de no seguir al abanderado.
yo me quedo en la cama igual,
que la música militar
nunca me supo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
que el de no seguir al abanderado.
+
Ibañez
No hay comentarios:
Publicar un comentario